En estos momentos en los que las escuelas y clubes, trabajan a destajo por formar pelotaris, en muchos casos deportistas, porque no todos están dotados para brillar en deporte tan exigente. De cualquier forma, inculcar el deporte entre los jóvenes es un logro tan importante o más que él en principio deseado.

Tal como está la situación actual, en la que apenas cuarenta y tantos pelotaris han conseguido la graduación exigida para sentar plaza en Asegarce o Aspe, algunos a un nivel de evidente precariedad , es posible que en poco tiempo nos parezca optimo, si como preveo, las circunstancias aun acorralen mas a los ilusionados aspirantes. Puede que a algunos aficionados, mis argumentos les parezcan vanos, o poco convincentes, lo que entenderé perfectamente, si aplicamos el derecho a opinar, común a todos los mortales.

Estoy al tanto de las noticias, casi siempre llegadas de la prensa guipuzcoana, particularmente de un diario privilegiado en recibirlas, y primero en publicarlas.

Es proceso corriente en ambas promotoras, Asegarce y Aspe, precontratar pelotaris aficionados destacados, a los que después de un tiempo de observación, y preparación con sus respectivos técnicos, les dan el visto bueno, o cordialmente les desean suerte lejos de sus dominios. Es decir, dichos precontratos, solo contienen derechos para los jefes y obligaciones a los aspirantes. Hasta ahora se hacía en edades que rondaban la franja comprendida entre los 17-19 años, pero Asegarce ha decidido rebajar dicha edad hasta los 15 años. Se puede deducir que si antes era difícil la aparición de una hipotética nueva empresa, ahora es prácticamente imposible.

Eso no es todo, porque otra noticia reciente, hace público el tiempo del contrato Bainet y Etb hasta 2022. La parte económica, o bien no la he visto o no se menciona, pero es evidente que tantos años hacen más imposible si cabe el acceso de otras promotoras, porque ningún otro canal de televisión está interesado en nuestro deporte.

Es de todos sabido, que sin televisión, el deporte profesional apenas puede subsistir y por consiguiente el número de pelotaris profesionales aun puede sufrir mermas considerables. Al tiempo.

Dejo patente lo que una señora, madre de un pelotari riojano destacado, me dijo hace unos días: “Secre, no tengo ninguna ilusión en el futuro de mi hijo como pelotari profesional, apenas cuatro pueden vivir de ello, y solo en los años de plena actividad”.